MADRID, 1 Ene. 2023 (Europa Press) -

Los manifestantes comenzaron a salir a la calle el martes para exigir de una vez al Gobierno de Somalilandia que desista de sus pretensiones sobre la localidad, cuyo control adquirió hace unos 15 años, caracterizadas en parte por la expulsión forzada de más de 7.200 somalíes en los últimos meses, y la entreguen definitivamente al estado puntlandés.

La expulsión de somalíes ha provocado protestas tanto del Estado federal somalí como de la comunidad internacional. Sin embargo, Somalilandia ha defendido sus acciones diciendo que los desalojos fueron la culminación de varias amenazas a la seguridad planteadas por los desalojados.

Las protestas tienen como principal objetivo al presidente de Somalilandia, Muse Bihi Abdi, a quien acusan de orquestar asesinatos políticos contra sus rivales -- como el político Abdifatá Abdulli Hadrawi, muerto a tiros la semana pasada por hombres enmascarados -- y otros disidentes. Además, se le acusa de aferrarse al poder con un mandato ilegitimo, que terminó en diciembre pasado, sin que se hayan celebrado elecciones hasta el momento "por motivos técnicos", según las autoridades.

La votación estaba prevista para el 13 de noviembre, un mes antes del final del mandato del presidente, en una llamada a las urnas que se consideraba como un hito para un Estado hasta hace unos años relativamente pacífico que lleva décadas tratando de obtener el reconocimiento internacional después de que declarase su independencia del resto de Somalia en 1991.

El presidente ha negado toda responsabilidad en la muerte de Hadrawi, de la cual ha acusado a los "enemigos de Somalilandia" mientras que partidos opositores como Waddani le han instado a que salga del poder inmediatamente y dedicado sus esfuerzos a convocar estas protestas que se han saldado con esta veintena provisional de fallecidos tras la intervención de las fuerzas de seguridad somalilandesas, según informa el portal somalí Garowe On Line, citando "mútiples fuentes independientes".

La situación ha alcanzado tal gravedad que el Gobierno somalí, Estados Unidos y la misión de la Unión Africana en Somalia, la ATMIS, y Naciones Unidas han llamado inmediatamente a la calma. "Los socios internacionales están preocupados por la violencia en Las Anod que ha causado muertes y heridos entre la población civil", según ha hecho saber la Misión de la ONU en el país africano, la UNSOM, en un comunicado publicado este domingo.

"La prevención de la violencia y las garantías de la protección a los civiles son factores primordiales. Hacemos un llamado a la calma y la moderación. Las tensiones deben resolverse mediante la distensión y el diálogo", ha hecho saber la misión de la ONU.